Porque nosotros somos colaboradores de Dios,
y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado
a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree,
no se pierda, mas tenga vida eterna.
Deléitate asimismo en Jehová,
y él te concederá las peticiones de tu corazón.